El Apium graveolens o apio, es una planta de la familia de las umbelíferas, ahora llamadas como apiáceas, a la que pertenecen plantas tan conocidas como el perejil o el hinojo.
Posee tallos estriados que forman una gruesa penca con hojas acuñadas. Toda la planta tiene un fuerte sabor acre, aunque el blanqueo de los tallos en el cultivo hace que pierdan estas cualidades, adquiriendo un sabor más dulce y el característico aroma que lo convierte en un buen ingrediente de ensaladas y sopas.
Posee tallos estriados que forman una gruesa penca con hojas acuñadas. Toda la planta tiene un fuerte sabor acre, aunque el blanqueo de los tallos en el cultivo hace que pierdan estas cualidades, adquiriendo un sabor más dulce y el característico aroma que lo convierte en un buen ingrediente de ensaladas y sopas.
Se puede encontrar todo el año aunque los mejores se encuentran en otoño e invierno.
Natural de Europa y extremo Oriente aparece como planta silvestre en muchos lugares húmedos y pantanosos.
Como hortaliza se encuentra cultivada en muchos lugares del mundo. Hay referencias de su utilización como planta medicinal en la China y en las culturas griegas y romana.
La planta silvestre se parece bastante al perejil. Al igual que este, sus hojas son compuestas, muy divididas y muy aromáticas. Las flores aparecen en umbelas y son blanco- verdosos.
Las semillas se caracterizan por poseer 5 costillitas que la recorren a lo largo. El apio cultivado presenta hojas mucho más anchas y con foliolos menos divididos.
Natural de Europa y extremo Oriente aparece como planta silvestre en muchos lugares húmedos y pantanosos.
Como hortaliza se encuentra cultivada en muchos lugares del mundo. Hay referencias de su utilización como planta medicinal en la China y en las culturas griegas y romana.
La planta silvestre se parece bastante al perejil. Al igual que este, sus hojas son compuestas, muy divididas y muy aromáticas. Las flores aparecen en umbelas y son blanco- verdosos.
Las semillas se caracterizan por poseer 5 costillitas que la recorren a lo largo. El apio cultivado presenta hojas mucho más anchas y con foliolos menos divididos.
El bulbo contiene, además del aceite etéreo, almidón, azúcares, colina, tirosina, glutamina, esparraguina y vitamina B-1 y B-2 que son necesarios para la función nerviosa y muscular. Por sus componentes, el jugo de apio restituye al cuerpo después de jornadas de ejercicio intenso o fiebres.
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