Cuerpo grueso en el sector anterior (zona de la cabeza) que va adelgazandose hacia el extremo caudal de la cola. Tiene escamas pequeñas y gran cantidad de mucus que protege su piel. Su coloración es rosada en el dorso y los costados, aclarandose hacia la región abdominal, hasta llegar a blanco.
El Abadejo manchado sobrepasa el metro de longitud pero la medida normal del abadejo es de 80 cm. Se alimenta de peces, cefalópodos y crustáceos. Tiene muy pocas espinas las cuales son fáciles de retirar a la hora del desespinado.
Su carne es blanca, suave, delicada y firme. Se adapta a cocciones como salteados, pochés, en papillotes y estofados.
Ala hora de cocinarlo tener en cuenta que la piel no queda crocante luego de la cocción por lo tanto es necesaria retirarla.
El Abadejo manchado sobrepasa el metro de longitud pero la medida normal del abadejo es de 80 cm. Se alimenta de peces, cefalópodos y crustáceos. Tiene muy pocas espinas las cuales son fáciles de retirar a la hora del desespinado.
Su carne es blanca, suave, delicada y firme. Se adapta a cocciones como salteados, pochés, en papillotes y estofados.
Ala hora de cocinarlo tener en cuenta que la piel no queda crocante luego de la cocción por lo tanto es necesaria retirarla.
De cuerpo oblongo, comprimido y con gruesas escamas; la cabeza esta comprendida unas tres veces en el largo total del pez, presenta un color rosado y uniforme, con pequeñas manchas azuladas que se acentúa en la cabeza. Las aletas van de un rosado claro a amarillentas.
En nuestros mares, los ejemplares que se encuentran alcanzan una longitud de 55 cm. Se alimenta de invertebrados y peces como anchoas y cornalitos. Se lo puede pescar mar adentro y se utilizan carnadas como anchoitas, camarones, almejas y calamar.
Posee una crane firme que se adapta muy bien a distintas cocciones, pero es ideal para freir, cocinar al horno o simplemente grillado.
Con estas dos últimas cocciones la piel queda crocante y sabrosa.
En nuestros mares, los ejemplares que se encuentran alcanzan una longitud de 55 cm. Se alimenta de invertebrados y peces como anchoas y cornalitos. Se lo puede pescar mar adentro y se utilizan carnadas como anchoitas, camarones, almejas y calamar.
Posee una crane firme que se adapta muy bien a distintas cocciones, pero es ideal para freir, cocinar al horno o simplemente grillado.
Con estas dos últimas cocciones la piel queda crocante y sabrosa.
De cuepo fusiforme, alargado y con las extremidades más estrechas que el centro, posee una cabeza grande con una boca muy pequeña. El dorso y los flancos son de un color amarillo dorado, con estrias oblicuas y vientre blanco. Presenta una aletas amarillas.
Se alimenta de organismos del fondo aceánico como bivalvos, carcoles, etc. Y de pequeños peces como anchoas.
Este ejemplar se obtiene entre septiembre y y abril, desde la boca de La Plata hasta Bahía de San Blas, tanto en zonas de playa arenosas como de piedras.
La carnada ideal para consegurilo puede ser camarón, langostino o filet de lisa.
Como su carne es firme, sus filets son ideales para tirar a la parrilla, cocinar en sarten o simplemente preparalos enteros al horno, bien condimentados y con un chirrito de oliva.
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